El mayor problema que se encontraron al afrontar el proyecto de esta vivienda
situada en San

Francisco, el estudio SFOSL fue la normativa, ya que el edifico
pertenece a la zona histórica, un bloque histórico cercano a la bahía.

El creativo resultado de este estudio con sede en San Francisco y Oslo,
fue un diseño innovador que combina los elementos históricos con los modernos.

La fachada fue revestida completamente, mientas que el interiorismo se
realizo en su mayoría con el color blanco como predominante y madera sin tratar
en el mobiliario de cocina, baño y algún complemento como la mesa de centro
realizada con palets.