Las
fotografías pertenecen a Ingmar Kurth.

El
proyecto consiste en restaurar un viejo molino cerca del lago Constanza al sur
de Alemania y convertirlo en una destilería de gama alta.

Cuenta
con  143 metros cuadrados en los que se
encuentra la propia destilería  y
diversos espacios de degustación y cata.

Se
ha utilizado materiales tradicionales dentro de un espacio contemporáneo con el
resultado que os mostramos.